FAMILY RUN - PERU

Perú es un país en el que viajar con niños es fácil. Las distancias son enormes y los trayectos largos, porque es un país muy extenso, pero hay un excelente red de autobuses que comunican las principales ciudades del país. Hay bastante diferencia entre una compañía de bus y otra. En nuestra ruta de norte a sur, 30 días por Perú, viajamos en casi todas las empresas de autobús y, sin duda, la que nos gustó más fue Cruz del Sur. Los mejores autobuses, puntuales, cómodos, sin paradas, ... Hay que tener en cuenta que en un trayecto de Trujillo (en el norte) hasta Lima (la capital de Perú) se tardan unas 10 horas; desde Lima a Cuzco 20 horas, así que es importante, si viajas con niños, planificar bien las etapas, ir en un bus cómodo (el mejor posible) y viajar de noche, para evitar que los traslados se hagan pesados. Los niños duermen bien y llegan a destino frescos como rosas; a nosotros, los papis, nos duele el cuello, la espalda y llegamos más cansados que ellos, pero de esta manera aprovechas las noches para desplazarte y te ahorras también una noche de hotel.

El tren es el transporte por excelencia para llegar a Machu Picchu. Hay un duopolio de compañías: Perú Rail e Inca Rail, así que las tarifas son caras en comparación a la duración del trayecto. Antes los trenes salían desde Cuzco, pero desde algunos años salen todos desde Ollantaytambo, en el Valle Sagrado, a una hora en bus de Cuzco. El trayecto dura poco más de dos horas. Los trenes están bien, muchos disponen de techos panorámicos y te ofrecen un pequeño tentempié durante el trayecto.

Si compras el billete sin agencia cuesta unos 45 euros por trayecto (el tren más barato en temporada baja, de ahí para arriba). Si lo haces con agencia verás que ellos tienen unas tarifas especiales, a mitad de precio, pero que a ti te cobran lo mismo y encima tienes que contratar con ellos el paquete de hotel + entrada. A gusto de cada uno, pero puedes perfectamente contratar todo por tu cuenta. En Machu Picchu pueblo hay cientos de alojamientos disponibles (los puedes reservar on line o por teléfono) y, al lado de la Plaza Principal, está la oficina donde venden las entradas a Machu Picchu. Ahora mismo, sólo se pueden comprar entradas presentando la documentación (pasaporte, ID,... del visitante), así evitan que haya reventas comprando entradas a la Ciudad Inca. Verás que esta oficina está llena de gente local comprando entradas para agencias con pasaportes extranjeros en la mano. Nosotros fuimos en pleno mes de agosto, había miles de turistas y aún así había entradas disponibles en esta oficina.

También se puede llegar a Machu Picchu sin tomar el tren llegando en combi hasta Santa Teresa - de ahí puedes caminar hasta una Central Hidroeléctrica y desde allí caminar por la vía del tren, hasta el antiguo pueblo de Aguas Calientes, ahora llamado Machu Picchu Pueblo. Con niños no recomendamos esta opción, la verdad, primero porque exige andar bastante, segundo porque las últimas dos horas de trayecto caminas por una vía de tren estrecha (al borde del río) y hay mucho trasiego de trenes (un poco peligroso con niños).

Otra opción para moverte por Perú en familia es alquilando un coche. Inconvenientes, el alquiler de coches es una especie de lujo, las tarifas son altas y las distancias muuuyy largas, así que sólo recomendamos esta opción de transporte para excursiones puntuales de pocos días. Por ejemplo, llegas a Cuzco, alquilas coche y te recorres el Valle Sagrado por tu cuenta en coche; llegas a Arequipa y te alquilas coche para recorrer el Valle del Colca por tu cuenta. El estado de las carreteras no es siempre bueno, así que muchas veces es preferible alquilar modelos de 4X4 todoterreno, que aunque resultan más caros, te permiten acceder a lugares más remotos y circular por carreteras de tierra (de ripio). Si haces cuentas, siempre los tours salen más baratos que alquilar coche, pero en nuestra opinión, no hay color. Los tours suelen estar masificados, vas tipo ganado en un bus, con el reloj pegado y las típicas paradas en tiendas y mercados de souvenirs. El coche te permitirá ir a tu ritmo, tomarte tiempo, llegar a los sitios sin ir en "caravana" con las visitas guiadas de buses, ... la experiencia es del todo diferente, se disfruta muchísimo más y en nuestra opinión es 100% más recomendable.

Si tienes poco tiempo para visitar Perú el avión sin duda es un transporte rápido y que te permite ver más cosas sin pasar por el arduo periplo de los desplazamientos. Siempre es más barato reservar billetes allí, en una agencia, por ejemplo, que hacerlo desde España. También es cierto, que viajando en familia, los billetes de avión disparan el presupuesto del viaje. En nuestro caso, viajamos tres meses recorriendo Ecuador - Perú - Bolivia y sólo tomamos un vuelo los últimos días de viaje en Bolivia donde los cortes de carretera son frecuentes, la calidad del transporte mala y las distancias se hacen eternas. En Perú, en 30 días viajando con niños, siempre nos movimos en bus, tren y coche.

Quieres ver los videos que hicimos viajando en familia por Perú -->  Lo Mejor de Perú - Makuteros
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Viajar a Perú - Trujillo (Sipán, Chan Chan, Huacas)

Nuestra ruta de 30 días por Perú comenzó recorriendo el norte. Después de cruzar vía terrestre desde Ecuador, llegamos a Máncora, donde pasamos 5 días. Desde allí tomamos un autobús hasta Trujillo, donde se encuentra el Museo de la Tumbas Reales (popularmente llamado, Museo del Señor de Sipán), Chan Chan (la ciudad de adobe más grande de América) y las Huacas del Sol y de la Luna.

El Museo de las Tumbas Reales se encuentra realmente en Lambayeque, muy cerca de Trujillo. Nosotros nos alojamos en Trujillo y tomamos una combi que nos dejó prácticamente a 300 metros de la entrada del museo. Habíamos oído que era unos mejores de sudamérica y la verdad es que nos encantó. El museo está puesto con mucho cuidado y a cada pieza se le ha dado la iluminación y la importancia que merece. El edificio tiene forma de pirámide, accedes por la parte superior y vas bajando, simulando la forma en que se fue descubriendo la tumba y su contenido. A finales de los 80 se encontró la tumba intacta de un antiguo gobernante del Perú, junto a ella se encontraron otras tumbas, menos conocidas, pero llenas también de reliquias y tesoros. Todas el contenido de estas tumbas está expuesto en el Museo de las Tumbas Reales. 

Estas culturas creían que el paso a otra vida después de esta, la muerte sólo era una transición, no un fin en sí mismo, así que se llevaban con ellos sirvientes, llamas, perros y muchas veces mujeres y niños. Era común la necrofilia hasta 3 días después de que el cónyuge hubiera fallecido. En el museo hay un recreación de cómo se encontraron las tumbas y numerosas fotos de los objetos encontrados en ellas y su estado antes de la restauración. Es increíble comprobar como se han reconstruído collares de conchas, limpiado corazas, utensilios, ornamentos, cerámicas, restos óseos...  Como curiosidad: la estatura media de los hombres chimú era 1.60 cm, la de las mujeres 1.45 cm, la esperanza de vida 45 años. Justo el día de nuestra visita se celebraba el 20 aniversario del descubrimiento así que disfrutamos de una representación en vivo del gobernante de Sipán y bailes de todas las zonas del Perú. A los niños les gustó mucho el museo y les impresionó mucho ver la recreación de las tumbas. No está permitido sacar fotos ni vídeos dentro del museo.

A pocos kilómetros de Trujillo se encuentran las Huacas del Sol y de la Luna. Hoy en día sólo se puede visitar la segunda. La Huaca del Sol sólo lleva 5 años de excavaciones y está cerrada al público. Para esta excursión contratamos un tour de un día en furgoneta que incluía también la visita a Chan Chan y a la playa de Trujillo, donde se encuentran las embarcaciones de Caballitos de Totora. Como suele ocurrir con estas visitas organizadas, la sensación de ir siempre corriendo de un sitio a otro es permanente. Todos abajo, 30 minutos, todos arriba. Éramos un grupo muy pequeño así que, a pesar de ir a "la carrera", disfrutamos mucho de las explicaciones del guía.

La visita a la Huaca de la Luna merece sin duda la pena. Aquí se desarrollo la cultura Moche. Vivían en la zona unas 15.000 personas. La Huaca de la Luna está formada por 5 templos construídos uno encima de otro, 37 metros de profundidad. Cada planta se edificó con un decalaje de 80 - 100 años. Sólo se visita parte de la 4ª y 3ª planta. Había una zona destinada a los prisioneros a los que, después de mutilar y esparcir su sangre por las cosechas como ofrenda a la madre tierra (la Pachamama), drogaban con San Pedro y sacrificaban en lo alto de las Huacas para el Dios supremo, Ai-Aiepec. En una zona de la Huaca se encontraron 70 esqueletos de víctimas. Terremotos, maremotos y sequías eran motivos para celebrar estos sacrificios. La cultura moche entra en declive cuando el Fenómeno del Niño destruye cosechas y poblaciones. La gente deja de creer en en los dioses, abandonan ese núcleo urbano y nace la cultura Chimú. En la Huaca de la Luna los niños se aburrieron un poco hasta que llegamos a la parte de abajo, a al enorme plaza principal, donde se apreciaba la dimensión de la Huaca y donde encontramos un curioso animal, ¡un perro negro sin pelo!. Luego averiguamos que pertenece a una raza muy antigua llamada Perro Inca o Calato, Patrimonio del Perú.

Abandonamos las huacas y nos dirigimos a la ciudad de adobe más grande de sudamérica, Chan Chan. Se calcula que fue habitada por ¡200.000 personas! cuando en aquel entonces en Sevilla, la ciudad más poblada de Europa, sólo vivían 36.000.  En Chan Chan, en 9 ciudadelas, 14 templos y 120 pozos, la cultura Chimú alcanzó su máximo desarrollo. También creían en el poder de los sacrificios, pero de gemelos, mellizos y mujeres vírgenes. No tenían escritura así que tallaban figuras en los frisos de las paredes para identificar los distintos usos que tenía cada edificación. Nos gustó mucho a todos recorrer calles, plazas, graneros, ... y aprender más de esta cultura. Para nuestra sorpresa, los Chimús fueron aliados de los conquistadores españoles, a pesar de que cuando estos llegaron a Sudamércia la población local estaba muy mermada por la lucha contra el Imperio Inca.

Quizás el norte de Perú no es tan turístico como la zona sur pero, si vas a viajar con niños o decides visitarla en unas vacaciones en familia, descubrirás un región poco conocida y no tan masificada como Cuzco o Machu Picchu. Sin duda, con mucho que ofrecer y visitar. Un acercamiento a otras culturas que tuvo el Perú, la Chimú y la Mochica, menos "populares" que la Inca, pero igual de interesantes y enigmáticas.

MIRA EL VIDEO de nuestro paso por el norte de Perú -->



A todos aquellos que queráis recomendar algún campamento o compartir vuestra experiencias/dudas os animamos a hacerlo en los comentarios. Si os gusta la aventura y queréis descubrir otra forma de Viajar en Familia, os invitamos a ver nuestros videos de viajes, disponibles en Youtube: Canal Makuteros, donde podréis disfrutar de la primera Temporada que nos llevó desde China hasta Australia. La segunda ruta, por Sudamérica, y la tercera recorriendo China, Corea y Japón, podéis disfrutarla en el site de RTVE: www.rtve.es/familiamochila

 Makuteros Family Run - Máncora - Perú

Viajar a Perú - Máncora

Después de toda una noche viajando en un bus nocturno desde Guayaquil, cruzamos la frontera terrestre que separa Ecuador de Perú y nos dirigimos hacia las famosas playas de Máncora. Son inevitables las comparaciones y en nuestro caso, habíamos visitado otro pueblecito que rivaliza entre los mochileros con este destino, Montañita, en la costa ecuatoriana. Así que esperábamos encontrar algo similar en Máncora. 

Lo primero que nos chocó es que aquí la carretera principal, la Panamericana, llena de mototaxis y camiones cruza por en medio del pueblo, así que no se respira el mismo chill out que en las calles de Montañita. Todo es más polvoriento y seco. 

  Makuteros Family Run - Máncora - Perú

Decidimos alojarnos en la Playa Vichayito, a 7 km del pueblo, en el hotel Costa Blanca, una  buena elección. Vichayito es un playa amplia, de arena fina, tranquila y nos pareció mejor opción que la playa de Máncora (con fondo rocoso, estrecha y con más ambiente fiestero), para pasar unos días de relax en familia. Comida buenísima, dos piscinas, restaurantes, hamacas, vistas al mar. Incluso dos mañanas desayunamos viendo ballenas jorobadas surcando el horizonte. Sin palabras.

Fuimos un par de días a la playa de Máncora. Hicimos un curso de surf, aprovechamos a dar una vuelta por las tiendecitas y comer ceviche en uno de los restaurantes más míticos que hay en el centro del pueblo. Llevábamos ya un mes y medio viajando así que tomarnos unos días de relax en la zona de Máncora sin hacer demasiado nos vino bien a todos.

El curso de surf fue genial. Cada uno teníamos un instructor a nuestra disposición que te acompañaba, te guiaba y te ayudaba a estabilizar la tabla cuando venía la ola. Su lema es que durante la clase te vas a "parar en la tabla sí o sí" (ponerse de pie). Todos conseguimos hacerlo :)

Una excursión muy recomendable que puedes hacer es a la Playa de El Ñuro, donde puedes bañarte en el muelle con decenas de enormes tortugas verdes. Nos contaron que hace 10 años las dejaron de cazar y empezaron a acercarse al muelle de pescadores a comer. En el muelle pagas una pequeña entrada y puedes alquilar chalecos. No alquilan ni gafas ni snorkels así que, si quieres disfrutar a tope de la experiencia, es mejor que alquiles antes este equipamiento en Máncora. Hay muchas tortugas marinas nadando contigo y ¡es alucinante!

Hay agencias que comercializan esta excursión, pero nosotros fuimos por nuestra cuenta negociando un mototaxi para los cuatro desde Vichayito, que nos esperó 1 hora y media en la entrada del  puerto, mientras nos bañábamos. Salió muy económico hacerlo así.

Algunas agencias ofrecían tours por los manglares pero nosotros habíamos estado en el norte de Ecuador viajando con los niños, en Mompiche, un mes antes donde habíamos hecho algo similar, así que no hicimos esta excursión, pero hablaban bien de ella.

Esta fue nuestra experiencia en el norte de Peru, en Máncora. Si vas a viajar con niños es un buen destino para descansar y pasar unas relajantes vacaciones en familia :)






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Empezamos nuestro segundo mes de viaje por Sudamérica recorriendo Perú de norte a sur. Cruzamos la frontera terrestre desde Ecuador, a mediados de julio, y salimos por la frontera boliviana, por el Lago Titicaca, 30 días más tarde.



La costa peruana tiene fama de poseer las mejores olas del Pacífico sur, aunque ni esto ni sus misteriosas líneas de Nazca es lo que dan fama mundial a este impresionante país. La espectacular ciudad de Machu Picchu, a 4000 metros de altura, en un enclave privilegiado, es la insignia del Perú. 

Entramos a Perú por la zona norte y comenzamos nuestro mes de viaje en Máncora. Días de playa, snorkel, surf, avistamiento de ballenas, riquísimo cebiche peruano (pescado marinado) y un impresionante baño con decenas de tortugas Verdes en el Ñuro. Así arrancan nuestros 30 días de viaje en familia.  

Tomamos un bus, dirección sur, hasta Trujillo. El norte de Perú es menos turístico que el sur del país, pero igual de enigmático. Recorremos Chan Chan (la ciudad de adobe más grande del mundo), las Huacas del sol y de la luna, el Museo del Señor de Sipán y descubrimos los curiosos caballitos de Totora.



Bus nocturno hasta Lima donde pasamos unos días en casa de amigos y retomamos ruta en dirección Nazca. Sobrevolamos las enigmáticas líneas que hacen famosas a esta ciudad y enseñamos cómo se puede practicar uno de los deportes extremos más novedosos, el sandboard. Dos días más tarde llegamos a la preciosa "capital del sur" Cuzco, donde practicamos senderismo extremo y montamos en burro entre llamas y alpacas, acampando durante 4 días para llegar a la perdida ciudad de Choquequirao (el "pequeño Machu Picchu"). 

De regreso nos tomamos una semana de descanso y pasamos varios días en Cuzco donde fabricamos chocolate, visitamos los museos y mercados y colaboramos como voluntarios en un prometedor proyecto de educación infantil, de la mano de Aldea Yanapay. De la mano de nuestros amigos cuzqueños recorremos el Valle Sagrado y alcanzamos uno de los hitos de la "Ruta del Cóndor": la ciudad Inca de Machu Picchu. 



Abandonamos Cuzco y ponemos dirección a la ciudad de Arequipa, allí alquilamos un 4X4 para recorrer, por nuestra cuenta, el Valle del Colca. Alucinamos con los espectaculares cóndores que levantan su vuelo al amanecer en el cañón y recorremos con calma los preciosos pueblos del valle.

Agotamos mes de viaje en Perú. Un bus nocturno nos lleva hasta Puno, estamos ya muy cerca de la frontera boliviana (nuestro siguiente destino). Aprovechamos para conocer de cerca la vida en las islas flotantes de los Uros y dormimos una noche con una familia local en la isla de Amantani (en el Lago Titicaca).



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